domingo, 10 de octubre de 2010

Escuela Francesa: Sistema natural
    La escuela francesa dio sus primeros pasos en España, con Francisco de Amorós y Ondeano (1770-1848), máximo exponente de esta Escuela y fundador del Instituto Pestalozziano. Sin embargo al comienzo de la guerra de la independencia esta institución se ve obligada a desaparecer y Francisco de Amorós huye en el exilio a Francia, donde posteriormente desarrollará su obra.
    La Escuela Francesa se caracteriza por una concepción natural y utilitaria de los ejercicios físicos. Son acciones de carácter global, en los que el cuerpo participa como un todo en las ejecuciones y se encaminan a preparar al individuo para la vida adulta. Se pretende una mejora de la forma física con el fin de perfeccionar los movimientos naturales, lograr un dominio corporal en las acciones y conseguir un cuerpo estéticamente bello.

2.3.1. Evolución de la Escuela Francesa
    La Escuela Francesa tiene dos manifestaciones, las cuales se apoyan en estudios científicos y en una concepción alternativa de la vida:

Manifestación científica
    Representada por Esteban Marey (1830-1904) y Fernand Lagrange (1845-1909). Se relaciona con el campo de las ciencias biológicas y se llevan a cabo importantes estudios en los que se analizan los efectos del deporte sobre el organismo, se desarrollan importantes teorías sobre la fatiga y se establece una relación entre el deporte y la influencia sobre la inteligencia y el carácter del individuo.

Manifestación Técnico-Pedagógica
    Su máximo exponente lo encontramos en George Hebert (1857-1957), quien tras observar las costumbres que incidían positivamente en la forma física de los pueblos primitivos y en oposición al método analítico y artificial sueco, propone una vida al aire libre en la que los ejercicios físicos deben tener un carácter natural, entendido como algo no artificial (en el medio natural), pero sí utilitario (para el desarrollo físico integral del individuo), sin distinción entre hombres y mujeres y con carácter recreativo. Es lo que hoy se conoce como Método Natural, el cual se fundamenta en la utilización de gestos propios de nuestra especie para adquirir el desarrollo completo del individuo, dejando hacer a la naturaleza. Su idea contraria al sistema analítico sueco se basa en que los movimientos que proporcionan fortaleza al organismo son aquéllos que se realizan en la naturaleza, de forma "espontánea", como correr, lanzar, saltar,...
    G. Hebert hace una clasificación de los ejercicios físicos y los agrupa en 10 categorías. De mayor a menor importancia serían:
  • Desplazamientos simples: marcha, carrera y salto.
  • Desplazamientos complejos: cuadrupedia, trepa, defensa, equilibrio y transporte.
  • Recreación: baile y acrobacias.
    Todo ello es realizado preferentemente en un entorno natural, siguiendo un control de la intensidad de trabajo que no debe sobrepasar la capacidad máxima del individuo. Para ello divide la clase en tres niveles (fuertes, medianos y débiles) realizando el trabajo en oleadas (organización "plateau").
    También propone una individualización de la enseñanza a partir del conocimiento de las posibilidades del sujeto y del uso de ejercicios específicos de tipo utilitario de carácter alegre y recreativo.
    Tanto la manifestación científica como la manifestación técnico-pedagógica se ven superpuestas en el Eclecticismo de George Demeny, quien desarrolla una concepción de Educación Física vinculada a la mejora de la salud, la belleza corporal, la agilidad y las cualidades volitivas del hombre, aplicando los avances de las ciencias biológicas a los problemas de la Educación Física. Demeny completó la obra de su colega Hebert añadiendo en 1914 un anexo sobre la Educación Física femenina que fue incluido más tarde en las escuelas públicas francesas.

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